jueves, 15 de octubre de 2009

Efectos del Petroleo en la Salud

Algunos de los hidrocarburos presentes en el crudo tienen una conocida toxicidad para el ser humano pero, por desgracia, para la mayoría de ellos se desconoce su nivel de peligrosidad. Entre estos compuestos destacan por sus efectos en la salud los hidrocarburos aromáticos simples y los
policíclicos (PAH).
Dependiendo de la composición del crudo estos pueden encontrarse en mayor o menor cantidad.
Estos son los efectos en la salud que tienen los hidocarburos y otros componetes tambien presentes en la composicion del petroleo.
Benceno: Puede entrar en el cuerpo vía el tracto respiratorio, el tracto gastrointestinal o a través de la piel. En trabajadores expuestos al benceno, se ha comprobado que el 20%-40% lo absorben por la piel.

Causa irritación en la piel, ojos y parte superior del tracto respiratorio. Mayores exposiciones pueden producir depresión, dolores de cabeza, vértigo y nauseas. Es considerado cancerígeno para el ser humano y no existe ningún nivel de seguridad conocido. En trabajadores expuestos al
benceno se ha comprobado un incremento en la frecuencia de leucemias, mientras que en mujeres embarazadas, el benceno se acumula en el suministro sanguíneo del feto.
Tolueno: Es rápidamente absorbido a través del tracto respiratorio y, se cree que su absorción por la piel es mínima. Sus principales efectos son sobre el sistema nervioso. Se han observado efectos a niveles de tan sólo 375mg/m3 (100 ppm). Estos pueden ir desde fatiga, dolores de cabeza, irritación de garganta y ojos, confusión mental, debilitamiento muscular o, incluso, insomnio.
Xileno: Produce irritación de garganta, nariz, ojos y tracto respiratorio a exposiciones de 110-460 ppm. Causa efectos en el sistema nervioso similares a los del tolueno. En altas dosis puede provocar pneumonitis y deterioro renal y hepático.
PAH: Los hidrocarburos aromáticos policíclicos también están presentes en el crudo. Existen cientos de PAH, si bien entre los más conocidos se encuentra el benzo(a)pireno (BaP). Los PAH pueden provocar cáncer de piel y pulmón y, dada su gran potencial cancerígeno, no existen limites de seguridad recomendados.
IMPACTOS DE METALES PESADOS ASOCIADOS A LAS OPERACIONES
DE EXTRACCIÓN
Arsénico: Todos sus compuestos solubles son venenosos, siendo más tóxicos los compuestos inorgánicos que orgánicos. Es absorbido fácilmente por las vías respiratorias y la piel, pudiendo provocar daños en el tracto intestinal y pulmón, entre otros.
Cadmio: Es un conocido cancerígeno y puede provocar daños renales y hepáticos, nauseas, vómitos e hipertensión arterial.
Zinc: Puede provocar náuseas, debilitamiento y fatiga.
Mercurio: Es frecuentemente absorbido a través de la alimentación. Puede provocar envenenamiento general, gingivitis, temblores, estomatitis, y en dosis importante, la muerte.
Plomo: Se absorbe por inhalación o ingestión, provocando efectos sobre el riñón, sistema nervioso central y periférico, pérdida de apetito, anemia, parálisis, dolores de cabeza etc.
Vanadio: Afecta a la calcificación ósea, inhibe la biosíntesis del colesterol y provoca alteraciones cardiovasculares.
Amianto: Las fibras de amianto tienden a subdividirse en delgados fragmentos lo bastante pequeños como para ser inhalados. Puede provocar asbestosis así como cáncer de estómago e hígado.